
¿No sentís la misma ilusión que nosotros cada vez que llega el final de octubre? El día 1 de noviembre está a la vuelta de la esquina y, con él, una de las fiestas más esperadas por todos los catalanes: ¡la Castañada! Pese a que muchos relacionan este día y su víspera con la fiesta de Halloween, lo cierto es que la noche del 31 de octubre en Cataluña la reina indiscutible es la castaña.
Actualmente, ambos conceptos -el de la Castañada y el de Halloween- conviven debido a la popularidad que con los años ha ido ganando esta última. Sin embargo, en Aerobús hemos querido dedicar un artículo a explicar a los más profanos en la materia todo lo relativo a esta celebración. ¿Nos acompañas?
Origen
Pese a que los orígenes de la Castañada no están nada claros, los expertos se dividen en dos teorías bien diferenciadas. La primera asocia la fiesta a los banquetes propios del siglo XVIII, donde a los huéspedes tan sólo se les ofrecían platos de legumbres, frutos secos y panecillos; en el momento de asado de las castañas se rezaban las tres partes del rosario en honor a los difuntos.

En cambio, la segunda teoría fija el origen de la Castañada en el trabajo de los campaneros, que a finales del siglo XVIII debían repicar todas las campanas en la noche de Todos los Santos y se alimentaban de castañas, boniatos y panellets para mantener el vigor y la energía.
Castañas, boniatos y fuego
Sea como fuere, lo cierto es que el asado de castañas y boniatos es el acto central de esta fiesta, con el fuego como protagonista ‘ahuyentando’ a los espíritus en la noche. Ambos productos, propios de la época otoñal en la que nos encontramos, son consumidos junto a otros como las almendras y piñones de los panellets, las setas, la calabaza o bebidas como el moscatel y la sidra dulce.

Cada año, la noche comienza con una hoguera preparada expresamente para la ocasión, y en cuyas brasas se prepararán las castañas y los boniatos que serán disfrutados por todos. Por supuesto, todo regado con un vaso de moscatel dulce tan típico de las fiestas de la Castañada.
Beneficios nutricionales
Ambos productos son una gran manera de recargarse de energía gracias a su alto contenido en hidratos de carbono. Las castañas, sin embargo, se diferencian de la gran mayoría de frutos secos en que su aporte calórico es mucho menor debido a su menor contenido en grasas (un 2,7%). Además, también nos aportan fibra, potasio, calcio, magnesio y fósforo.

El boniato, un tubérculo parecido a la patata pero con su color naranja característico, cuenta con un elevado aporte calórico -debido a los azúcares- pero no contiene apenas grasas y sí gran cantidad de potasio y fibra. Además, los betacarotenos presentes en el boniato (y propios de todas las frutas y verduras de color rojo-anaranjado) tienen propiedades antioxidantes muy útiles para la salud.
La Castañera
Toda fiesta tiene un símbolo, y la Castañada no podía tener otro que la figura de la Castañera: una mujer vestida humildemente y colocada frente a un fuego se dedica a asar las castañas que vende en la calle a los transeúntes. En su atuendo no pueden faltar el pañuelo cubriendo la cabeza y la falda con delantal en la cintura.

¿Lo tienes ya todo claro sobre la Castañada? En Aerobús os recomendamos encarecidamente vivir en primera persona esta fiesta en Barcelona, tan propia de los días otoñales y que combina a la perfección con Halloween. Hazte con tus billetes y llega al centro de la ciudad de forma rápida y segura. ¡Feliz Castañada!