
Barcelona es una de las ciudades más especiales del mundo. No sólo por su Sagrada Familia o por la Casa Batlló. La ciudad condal está llena de joyas, unas más escondidas que otras y tendrás que visitarla más de una vez para descubrir rincones mágicos en cada una de tus visitas. Una de ellas es sin duda el Raval, un colorido y céntrico barrio lleno de vida, con un carácter muy particular que lo convierte en uno de los barrios más cool de la ciudad. Está situado en el centro de Barcelona, por lo que, si viajas en avión hasta la ciudad condal, en nuestros autobuses de Aerobús sólo te bastarán unos 35 minutos para llegar. Y para más comodidad, te proponemos comprar tu billete con tan sólo un clic.

Un barrio multicultural
Su nombre proviene del árabe a-rabal, que significa las afueras. Ahora está situado en el mismo centro, pero antiguamente, el Raval quedaba fuera de la muralla medieval de la ciudad y, por tanto, se trataba de una zona eminentemente agraria. El barrio, enmarcado por La Rambla, la calle Pelai, la Ronda Sant Antoni, el Paral-lel y la Ronda de Sant Pere, estuvo rodeado por las fortificaciones de la ciudad hasta 1859.
Se trata de un barrio especial donde conviven pasado y presente de forma asombrosa. Con un pasado marcado por la presencia del monasterio de Sant Pau del Camp, varios conventos e instituciones de caridad y hospitales de la ciudad, sobre todo por cuestión de espacio ya que había más que dentro de la ciudad.

El antiguo Barri Xino (Barrio Chino) barcelonés se ha renovado para convertirse en una de las zonas más dinámicas y con la mejor oferta cultural y artística de la ciudad, con casi 20 museos y equipamientos culturales. Ningún otro barrio de la ciudad puede igualar semejante característica. Y todo esto sin perder ese punto de transgresor que ha tenido desde siempre.
El Raval es un auténtico laberinto de callejuelas presidido por la Rambla, la calle Pelai, el Paral-lel y las rondas Universitat, Sant Pau y Sant Antoni que forman el barrio más densamente poblado de Barcelona donde están representadas nada menos que 60 nacionalidades.
Con su gran espacio urbano, patrimonio de skater, la apertura de la Rambla, la creación de la Filmoteca de Cataluña en 2012 y el futurista hotel Barceló, el Raval ha conseguido dar cobijo a nuevas tiendas, bares y restaurantes curiosos y modernos que aportan otro color al barrio y que se mezclan con el comercio tradicional de pequeños talleres, locales y oficios.

La moda del Raval
Para aquellos seguidores de la moda, el Raval esta repleto de boutiques que ofrecen una mezcla de marcas de diseño de alta gama y creaciones a medida que no podrás encontrar en ninguna otra parte del mundo. Si quieres ir a la última o ser una víctima más del estilo vintage, aquí te sentirás como en el paraíso.
El Raval está lleno de tiendas de segunda mano, con trajes de época y retro. Estas boutiques incluyen La Swing, que se especializa en accesorios de época de Dior y Chanel. Las tiendas Mies y Felj ofrecen ropa deportiva y trajes retro de la era mod.

Comer en el Raval
Otra de las cosas que no puedes olvidarte de hacer en el Raval es disfrutar de su gastronomía. Es el hogar de algunos de los mejores bares de tapas de la ciudad, además de contar con infinidad de lugares de comida étnica y experimental. El Jardí es uno de esos sitios que merecen una visita obligada, situado en el antiguo patio del Antic Hospital de Sant Pau. Otro de los característicos es el Bar Cañete, un andaluz famoso por su tortilla hecha en casa, así como su atmósfera que recuerda al sur de España.
El Raval es capaz de mezclar culturas y comidas de diversas culturas para hacer de este barrio un lugar internacional y cosmopolita al tiempo que conserva su propia personalidad. Un barrio lleno de encanto que sin duda sirve de inspiración para otras ciudades que buscan un cambio de imagen en sus barrios.